Catedral de Granada
Granada
Empezó a construirse por deseo expreso de la Reina Isabel, en el lugar donde estuvo la Mezquita Mayor, más tarde, iglesia de Santa María de la O. En el reinado de Carlos I de España se llevaron a cabo numerosas construcciones en la ciudad de Granada, ya que el monarca tenía la intención de convertir la urbe en un modelo de ciudad del siglo XVI. Así la construcción de la catedral de Granada será coetánea a las del palacio cristiano de la Alhambra, la Universidad y la chancillería.
El primer proyecto fue encomendado a Enrique Egas en 1506, que concibió un templo de estilo gótico, tomando como modelo la Catedral de Toledo. Las obras comenzaron, bajo la dirección del propio Egas, con la colocación solemne de la primera piedra el 25 de marzo de 1523. Sin embargo, fue Diego de Siloé quien se encargó de las obras en 1529, presentando un nuevo proyecto mucho más ambicioso el cual se finalizó en 1563. El autor trazó las líneas renacentistas de todo el edificio sobre los cimientos góticos, con girola y cinco naves en lugar de las tres habituales, combinando en su estructura elementos de otros órdenes arquitectónicos.
Con la llegada de la política centralista de Felipe II y, especialmente, con la expulsión de los moriscos de 1609, la región perdió gran parte de su fuerza económica y quedó relegada frente a otros centros locales. Sin embargo, sí se continuaron desarrollando proyectos artísticos de importancia. Es el caso de la reforma de la fachada principal emprendida por Alonso Cano en 1664, en la que se introdujeron elementos barrocos.