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Astrología
Horóscopo diario y signos del zodíaco.
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Signo Leo

La Personalidad de Leo


Leo, el quinto signo del zodíaco, se caracteriza por su dramatismo y se considera el signo de la generosidad y la nobleza. Representa la expresión personal y el desarrollo del principio de poder interno. Eres una persona generosa y consciente de ti misma, fuerte y en control de la situación.

El Sol define los rasgos dominantes de tu personalidad y tu carácter general. Esto te convierte en una persona demasiado segura, magnánima y optimista a quien le gusta ser el centro de atención, y los demás a menudo te ven como alguien invencible, ya que tu carisma y tu valentía son impresionantes.

Tu signo es el segundo de los signos de fuego, y eso te hace tener una gran voluntad, valentía y unas magníficas cualidades de liderazgo. Tu aura irradia magnetismo y dignidad, como los rayos del sol.

Te corresponde la quinta casa del horóscopo, que es la parte relacionada con el placer, la creatividad y el juego. También está asociada con el romance, los niños, las apuestas y la especulación, las aficiones, los deportes, la diversión y los juegos. Tienes un intenso deseo de vivir tus emociones, y buscas constantemente nuevas formas de expresarte.

El modo de Leo es rígido, lo que significa que eres una persona pasiva en lo que se refiere a tu necesidad de admiración, y esperas a que los demás se den cuenta de forma natural y se acerquen a ti. Disfrutas de la estabilidad y comodidad, y eres una persona generosa a la hora de compartirlas con los demás.

Los puntos fuertes de Leo se centran en su naturaleza abierta y extremadamente fiel. Tiendes a proteger a los oprimidos, y cuando tomas partido en algo, la mayoría de las veces defiendes a los desvalidos. En las relaciones, eres una persona sincera, genuina y confías en los demás, ya que tienes unos valores éticos elevados.

Sin embargo, incluso los Leo tienen puntos débiles. En ocasiones, tienes tendencia a ser una persona vana y egocéntrica, y te vuelves impaciente e hipersensible cuando no te prestan la atención que quieres. Si intentas que te hagan cumplidos y no lo consigues, tu reacción es ser arrogante y te conviertes en alguien muy capaz de actuar de forma exagerada y pretenciosa.