La Personalidad de Capricornio
Capricornio, el décimo signo del zodíaco, se caracteriza por su sentido práctico y representa la disciplina, ambición y racionalidad. Por ello, es el signo del zodíaco más decidido y persistente. Gracias a la firme confianza que tienes en tu poder, tienes una sorprendente capacidad para trabajar duro y perseverar.
Saturno, el planeta de los retos y las restricciones, es el planeta que rige Capricornio. En ocasiones se relaciona a Saturno con la mala suerte; no obstante, sin los obstáculos de Saturno nunca creceríamos ni evolucionaríamos, y eso hace que este planeta nos fortalezca, ya que nos enseña a desarrollar la paciencia y la resistencia.
Capricornio es el tercer signo de tierra, lo cual significa que sabes que no puedes vivir sólo de los sueños. Por lo tanto, eres una persona realista y práctica, dispuesta a ocuparte de los trabajos cotidianos. Por ese motivo, para ti son muy importantes la estabilidad y la regularidad.
Como Capricornio, te corresponde la décima casa del horóscopo, asociada con la vida profesional, la posición social y las aspiraciones personales. Asimismo, la casa describe tus ambiciones y objetivos en la vida, además de tu imagen pública y tu reputación en los círculos sociales en los que te mueves.
Capricornio es un signo cardinal, lo que significa que no esperas a que los demás tomen la iniciativa, sino que tú te encargas de utilizar todas tus cualidades de pragmatismo, eficiencia y diligencia.
Como Capricornio, tienes muchos puntos fuertes, ya que tu diligencia y paciencia te permiten alcanzar los objetivos que te has marcado. Tu calma, diplomacia y pragmatismo son dignos de admiración. Cuando te comprometes a algo, te sientes responsable de lo que haces, lo que te convierte en una persona muy leal y digna de confianza.
Sin embargo, también tienes puntos débiles. A veces, puedes dejarte llevar por el pesimismo y la incredulidad. No siempre demuestras la flexibilidad que se necesita para realizar un cambio de planes rápido cuando algo no funciona. Destacas por ser una persona calculadora y despótica en ocasiones, además de fría e indiferente.