Patio de los Leones
La Alhambra
El Patio de los Leones.
Es una de las estancias más reconocidas y populares de este palacio. Patio del harem o zona privada de los emires. Su función era dar luminosidad y distribuir los diversos cuartos o estancias, como las salas de las dos hermanas, la de los mocárabes, la de los reyes y la de los abecerrajes.
Es un patio rectangular de menores dimensiones que el de los Arrayanes, porticado aqui en los 4 lados. Preside el patio una fuente central que sostiene doce leones que representan los doce signos del zodiaco, de los cuales emana el agua que va a parar en cuatro ríos (canaletas) que simbolizan la fuente de la vida del mundo. Los pórticos están formados por arcos de medio punto peraltados, sostenidos por una o dos columnas con fustes muy delgados y altos sobre los que descienden unos pilares que proceden del muro, todos de similares altitud y grosor, menos los principales que son mayores y siempre enmarcados en su alfiz.
Todo el muro presenta la típica decoración en yeso musulmana. En los lados se produce una especie de pórtico avanzado más complejo que el anterior. La decoración sigue con la típica musulmana. El muro es similar al del resto de los patios de la Alhambra, zócalos de azulejo policromado con motivos geométricos y paredes muy decoradas sin dejar un espacio sin decorar.
La sala de las hermanas puede ser la que más sintetice el prototipo de cuarto o estancia del harem. La primera sensación que nos da es de un barroquismo en los adornos (propio del arte musulmán que siente un gran horror al vacío). La decoración en ellos es increíble, destacando las cubiertas que suelen estar decoradas con mucarnas (adornos en forma de panel) que generan un rico efecto de claroscuro. La decoración epigráfica no son aquí textos del Corán, sino un poema de amor.
Los zócalos están decorados con cerámica rica en policromía, tanto con motivos vegetales como geométricos.
Los vanos ya sean puertas o ventanas, con arcos de medio punto peraltados, que siempre se encuentra adornados con elementos en yeso policromados que dan un realce al vano.
Toda la pared está también decorada con yesos policromados y con motivos vegetales o geométricos, produciendo todo ello un conjunto en el que la riqueza ornamental esconde la pobreza de los materiales constructivos, es al antítesis del arte romano.