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Astrología
Horóscopo diario y signos del zodíaco.
Signo Escorpio

La Personalidad de Escorpio


El signo de Escorpio, el octavo del zodíaco, es intenso y se caracteriza sobre todo por la pasión, intensidad y emoción que demuestra. Se te considera el signo más energético y extremo del zodíaco, porque te enfrentas siempre al proceso de transformación fundamental a todos los niveles.

Te rige Plutón, un planeta que representa el cambio permanente y la transformación. También se asocia a la sexualidad, al ciclo de la vida que va del nacimiento a la muerte y a la regeneración.

Eres el tercero de los signos de agua. La influencia de Plutón te hace ser carismático y a la vez enigmático. Aunque puedas parecer tranquilo a primera vista, en el fondo desprendes un gran magnetismo y tienes un carácter muy persuasivo, que sólo puede dar a conocer tu penetrante mirada de gran inteligencia.

Escorpio, te corresponde la octava casa de la carta, que se asocia al dinero, las posesiones y los bienes de otros que se reciben como herencia; también describe cómo y hasta qué punto nos comprometemos y nos vinculamos a nuestra pareja, tanto en el aspecto sexual como en el emocional.

Se trata de un signo rígido, lo que significa que te mantienes inalterable en la adversidad. Una vez que te centras en algo, muestras una enorme disciplina y tesón. Trabajas estoicamente para conseguir tus objetivos, cueste lo que cueste.

Querido Escorpio, tu punto fuerte consiste en la habilidad para afrontar y canalizar las emociones fuertes y los sentimientos más profundos. Tu enorme tenacidad y determinación hacen que estés muy bien preparado para los puestos de responsabilidad, también gracias a tu gran sentido de la responsabilidad, tu visión estratégica y tu aura de carisma.

Pero también tienes puntos débiles. A veces puedes actuar de forma brusca y exigente y, en el peor de los casos, puedes comportarte de forma cruel, obsesiva y manipuladora. Te caracterizas por tener un comportamiento agresivo pasivo, que a veces revela tu tendencia a martirizarte. En ocasiones te arriesgas a que tu comportamiento parezca destructivo y vengativo, lo que confirma tu radical filosofía del todo o nada en la vida.